martes, 26 de julio de 2016

Atardecer compartido (relato a dos manos)




Ya tiempo que no se encontraba con Iael, su querida y vieja amiga, los recuerdos de tantas vivencias, le llegaron como un viento huracanado...buscó su mail y le envío un corto y conciso mensaje:
El martes venidero te espero en el café frente al mar, llégate, y conversaremos mientras cae la tarde, allí te espero....

-Eitan…, mi querido amigo del alma, que alegría volver a verte de nuevo y en este lugar tan emocionante para mí: este cielo, este sol, este mar en calma, sus aguas, sus arenas límpidas y transparentes, su brisa tan suave y sutil que cala tan delicadamente en toda la extensión de mi ser. Dame un abrazo ¡Tesoro bendito!
¡Eres fenomenal! Sin llegarlo a dudar.
El lugar es maravilloso, que terraza con vistas al mar, ese horizonte en el que podemos penetrar con nuestra mirada limpia y serena poder traspasar, ir más allá.
Que ilusión me hizo cuando recibí tu mensaje y me invitaste a tomar un cafecito en este paradisíaco y bellísimo lugar.
Ya sabes que no suelo tomar café a diario, sólo en algunas ocasiones especiales, como es este encuentro debido a tu gratificante invitación.
El Maître viene hacia acá, ya sabes: un capuchino para mi ¡Mi cielo! Me encanta el café con chocolate, no lo puedo remediar, es una gozada su aroma, su sabor, poderlo degustar.
Bueno, mi Gentil Caballero, después de esta deliciosa degustación, me quiere Usted decir que quiere, que necesita de esta humilde personita. Presiento que algo nuevo me quieres comunicar, solicitar.
Soy toda oídos, aquí estoy sólo para ti, toda la tarde te pienso regalar.

-Te miro y vuelven a mi memoria nuestros paseos de jóvenes... experiencias compartidas...que bien me siento al recordarlas...agradezco que accediste a mi pedido, no entiendo porque dejamos pasar tanto tiempo sin vernos, sin contarnos nuestras cosas, en fin, lo valedero que estamos aquí, frente al mar, que está ansioso de escucharnos...
Dime, siempre te agradó navegar, ¿aún mantienes esos deseos de aventuras marítimas?

-Hay mi chico grandote Eitan, las circunstancias de la vida nos van cambiando, alejando y todo nuevo horizonte vamos aceptando, asumiendo.
Suelo recordar, traer a mi memoria aquellos momentos juveniles, vividos tan dichosamente compartidos con los amigos. Cuando algunas nubes grises empañan mi cielo, los traigo al presente y con ellos sin alas felizmente vuelo, sin remos navego.
Jajaja… me haces reír ¿Aventuras marítimas?
No me conoces también como creía.
Mis sueños, mis deseos han sido siempre de todo aquello que en la realidad de mi vida diaria tenía a mi alcance, que podía realizarlo. Jamás he deseado o me he ilusionado con algo que conscientemente sabía que era inalcanzable.
Fueron experiencias maravillosas: el crucero por el mar experimentando su calma y su tempestad, su bravura; los delfines tan majestuosos saltando nos iban acompañando; los atardeceres límpidos, azulados, dorados, rojizos… Sus noches de tranquilas aguas, invitándonos a esos momentos de paz, inundando todo nuestro espíritu con la brisa que el apacible aire nos acariciaba; cuando se mostraba brioso movido por las corrientes de aires marinos, enfrentando con todo nuestro ser su ímpetu, la fuerza que manifestaba en sus aguas. Y de las escapadas en velero donde con un escaso equipo de buceo, nos adentrábamos en su fondo de ensueño y contemplando y deleitándonos con toda clase de vida, animal, vegetal y mineral que de su bello manantial emerge.
Que colores nos muestra la vida, no hay cámara fotográfica que pueda captar, atesorar los exóticos y deleitosos momentos experimentados por nuestra magistral retina.
Eitan, Eitan, no sé porque te estoy contando otra vez todo lo experimentando juntos. Con todo mi amor a la soledad y al silencio a veces me muestro como una verdadera parlanchina. Anda ¡Tesoro de sabiduría! Muéstrame tu cielo. ¿Cuéntame algo de ti, que has hecho estos años, qué es de tu vida actual? Lo que tú prefieras, te escucho atentamente, antes de que se vaya la tarde.

-Me asombras cuando dices que poco te conozco, y yo que estaba seguro saber todos tus secretos, inquietudes y alguna que otra travesura, como aquellos tres días, que diste parte de enferma en el Instituto y nos fuimos a navegar por las costas de la zona, ¿te acuerdas?...tu rostro lleno de sonrisa me responde, no es necesario que agregues palabras...
Me pides que te cuente de mi...sabes que siempre me agradó pasear y visitar mundo, pues te comento que mi última aventura fue llegarme hasta la lejana y exótica Vietnam, permanecí allí cerca de un mes; por supuesto que no conseguí conocer todo, pero pasé una serie de vivencias inolvidables allí; sabrás que detesto las excursiones organizadas, o sea que provisto de un buen mapa y un plan preparado, me largué a conocer esplendidos lugares, conocí a gente muy especial, aprendí de las costumbres de trabajo y en especial saboreé todo lo que se me ofreció, tienen una cocina más que excelente, ahjjjj...
Ya te mandaré fotos a tu correo, para que aprecies lo fantástico que me resultó el viaje. Mi plan futuro es visitar Singapur, amigos que estuvieron por allí, me comentaron que es un país muy especial, ya veré si logro arreglar mis cosas y viajar para conocerlo.
En lo demás, como siempre, solterito y sin apuro, ¿porque te ríes?...

-Ja jajá... Perdona ¡Tesoro mío! Que siga riendo, me ha hecho gracia eso de "solterito y sin apuro", un espíritu tan aventurero como el tuyo quién lo vería casado. Pobre la mujer que se atara a tu costilla. Otra Eva más abandonada, mortificada y sin consuelo, teniendo al amor de su vida siempre distante en vuelo constante, planeando un día y raudo como el viento elevarse en busca de otro tesoro. Me has hecho recordar al aventurero Indiana Jones en sus excelentes cinematografías.
Prepara un buen bolsillito amiguito, todo allí es muy carito. No te digo nada más, quiero que tu alma de niño se quede boquiabierta ante ese nuevo universo que se manifiesta a tu ser, rico y lleno de contrastes exóticos por el crisol de culturas que posee.
En cuanto a la comida, yo la encuentro bastante buena, sabes que esta sencilla personita le gusta saborearlo todo, pero es mejor que la descubras por ti mismo cuando te encuentres allí.
Ya me escribirás sobre el resultado de tu eminente experiencia. Eso espero, amigo del alma.
No creo que hagas ahjjjj… Tienes a tu disposición de los más variopintos menús deliciosos para degustar: unas exquisitas sopas con fideos elaboradas con una gran variedad de ingredientes, que las hacen únicas, riquísimas y una presentación que es una seductora invitación que te dicen: Cómeme, degústame, saboréame…
Seria gracioso que un errabundo nómada, hambriento de conocer las diversas culturas de nuestra gran madre tierra, se enamorara de tan característico paisaje y se quedara a vivir allí como han hecho otros muchos que han visitado el lugar. Prendados en su poco espacio de las oportunidades laborales que se le ofrecen en tan exuberante jungla gigante.
Ja jajá… me río nuevamente, no te veo amigo mío que puedas dejar tu mochila y tu mapamundi de rastreo y quedarte a vivir allí. Aunque nunca se puede decir "de este agua no beberé".
No se te ocurra ver documentales anteriores a tu marcha, perderías su magia, su atractivo y majestuosidad sin igual.
Me apetece tomar algo; esta vez invita esta servidora. Espero no hayan modificado su exquisito sabor de mi refresco favorito, cítrico a la margarita.
Mi apreciado juglar errante ¿Qué desea Ud. tomar?

Será delicioso viendo cómo se desvanece esta esplendorosa tarde de ensueño mientras nos deleitamos plácidamente de este magno encuentro.

-Como interpreto que tiempo no es tu problema, me gustaría invitarte a cenar en el restaurante chino que se encuentra no lejos de aquí, y así continuamos nuestra amena charla...bueno, bueno, contento que te prendes a la idea, pues entonces vamos, y allí entre sopas y platos exóticos te relataré sobre mis preparativos para el próximo viaje y de paso me atreveré a proponerte algo...

-Ummm… Una proposición, eso sí que es intrigante, ya tienes mi alma en vilo. ¿Qué será, será…? No puedes hacerme estoó…

Eitan, Eitan, mira el horizonte, la tarde se va fundiendo con la noche, va desapareciendo. Detengámonos unos momentos y contemplemos este mágico y maravilloso espectáculo que el Universo nos presenta y retengámoslo con nuestros ojos. Gravado en nuestra memoria quedará un bello recuerdo para nuestro futuro-presente.

-La verdad que es un atardecer para recordarlo, tienes razón...ven vamos al restaurante, está sobre un montecito y desde allí podremos apreciar el paisaje mientras cenamos...vamos...

.....

-Contento que aceptaste, la mesa que nos dieron se acomoda a nuestro deseo de deleitarnos con ese cielo que invita a reflexionar...
Ya hice el pedido, el mozo me aseguró que no nos arrepentiremos de la elección, se trata de una decenas de platillos, c/uno con distintos productos sazonados al propio estilo de la comida china. Ahhh… y mientras esperamos, te adelantaré con respecto a mi propuesta.
Escucha, y luego me respondes...
El viaje a Singapur, no es de turismo, sino de trabajo, resulta que un buen amigo de la facultad, hace ya tiempo que se fue a radicar allí y trabaja, en un puesto bastante importante, en la Organización Gubernamental que regenta la isla de Sentosa, un lugar excepcional exclusivamente turístico, con una infinidad de atracciones para atraer a los millones de extranjeros que visitan aquel especial país.
No sé si sabrás que me especialicé en juegos infantiles, de esos que comúnmente se encuentran en los parques de diversiones, he ideado varios de ellos y con el tiempo adquirí experiencia y reputación.
Noto que no sales de tu asombro...espera deja explicarte a lo que quiero llegar.
He recibido un contrato para levantar allí una de mis últimas creaciones, una especie de platillos voladores, adecuados para pequeños tripulantes, con sus escafandras estilo espaciales, etc...; calculo que mi estadía allí será de aproximadamente tres meses; recibiré una hermosa casa y auto mientras realizo el trabajo. Bueno y aquí mi propuesta, teniendo en cuenta que siempre te gustaron los diseños, esquemas y diagramas, te contrato como mi ayudante principal. Por supuesto que todos los gastos estarán incluidos, y además, te podrás volver con un respetable regalo a tu cuenta bancaria. No es necesario que me respondas ya, tienes una semana para mascullarlo, te aseguro que lo pasaremos a las mil maravillas, aconsejo no desperdiciar esta oportunidad.

-Me dejas alucinada, la oferta es tentadora, sin lugar a dudas, pero he de pensarlo bien antes de darte una respuesta precipitada. Mi vida presente hoy es bastante diferente; los años han pasado y soy persona que le gusta vivir el momento presente de una manera más relajada, más sedentaria. No es mi meta volver a la vorágine de aquellos días juveniles, donde cualquier aventura por arriesgada que fuera no me detenía por nada ni nadie del mundo.
Hace ya más de 2 años que no me dedico al diseño gráfico y sabes que es imprescindible en el día de hoy estar al día con las nuevas tecnologías desarrolladas, creadas –no te sería de gran ayuda-. Tendría que empezar por sumergirme nuevamente y estudiar minuciosamente todos los avances desarrollados últimamente. Hugsss… Eitan, déjame pensar unos momentos, he sentido una llamada de atención, desde lo más profundo de mi corazón.
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Ya está, ¿Por qué no llamas a Elizabeth? Ella sigue en la brecha, trabajando sin tregua. Recordarás que es una mujer llena de vitalidad, creatividad e imaginación, una mina, una fuente de inspiración siempre renovada: jajajaaa… Dedicación y constancia personificada. Estoy segura que aceptará encantada tu fascinante invitación; dejará todo lo que tiene entre manos y se lanzará como un cohete explorador a tu magistral proposición. Será un gran honor para ella que tan cautivador Caballero, fiel amigo y sublime diseñador y programador requiera sus servicios y cooperación.

Y ahora, anda amigo mío, dirijamos nuestra vista a este encantador y mágico espacio y deleitémonos en esta panorámica abierta a nuestros ojos, donde el mayor espectáculo del mundo nos es ofrecido graciosamente y gratuitamente por nuestra madre naturaleza, que no puede fallar. Cada día es diferente, incendiando la tarde de la puesta de sol. Inolvidable y exótica maravilla de ver caer la sombra en sus diferentes tonalidades y matices, hasta juntar en el horizonte el azul de cielo, mar y tierra.

Me siento henchida de felicidad por esta cita tan súper especial, compartida contigo mi caro amigo del alma ¡Ya es subliminal!

¿No lo percibes mi querido Eitan?
......

Y los dejamos allí, disfrutando uno del otro...degustando deliciosos y exóticos platos orientales...intercambiando pasadas vivencias... remembranzas que forjaron esa bella amistad que hoy la continúan gozando.

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Iael……Josefa Alcaraz Martínez (España)

Eitan…..Beto Brom (Israel)




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*Registrado/Safecreative N°1605107472058

*Imagen dela Web con anexo de texto

*Música de fondo: F.Chopin/Nocturne N°16







jueves, 7 de julio de 2016

Encuentro inesperado (relato a dos manos)





Era una de esas mañanas calmas, la naturaleza se ofrecía en todo su esplendor, el sol hacía solo unos instantes había comenzado su labor... El joven pastorcito ya junto a sus compañeras, decidió cambiar de ruta ese día, -los cambios dan gusto a la vida-, se dijo, y ya bien decidido, una sonrisa adornó su rostro y arrió su rebaño hacia el camino que rodea la colina, el mismo que bordea el Arroyo Grande.
Pancho y Linda, sus dos perros, no entendieron la orden de Pascual, pero al ver que el patroncito enfilaba para el lado del agua, y las cabras lo seguían, no tuvieron otra que imitarlo, -veremos, veremos-, murmuraron entre ellos, y fueron detrás de él...
 
Sentada en la otra margen del arroyo, Camila trenzaba su brillante cabellera enmarcando la belleza y el resplandor de su rostro... Hacía muchos años que no venía a visitar a don Bruno -su abuelo- que vivía en esos parajes desde que había enviudado... Pascual quedó sorprendido ante la presencia de la niña a quien no reconoció en un primer momento... Pero al oír su melodiosa voz entonando una canción, le resultó familiar y sintiendo el propio latir de su corazón pensó: -Camila ha regresado-...
 
No quiso correr el riesgo de quizás molestar... Decidió continuar con el pastoreo, que era imprescindible, y resolvió que al regreso, se daría un buen baño e iría a visitar a su vecino Bruno, que de verdad hacía mucho que no llegaba por allí.
Mientras las cabras estaban ocupadísimas en sus quehaceres, no pudo desligarse de sus pensamientos sobre aquellos días de su no lejana infancia, que repiqueteaban en su recuerdo... Días felices...Camila, su amiguita correteando con sus largas trenzas al vuelo, y él tratando, en vano, de atraparlas...Y el juego de las escondidas... Nunca podía encontrarla, y ella en cambio, lo hacía en un primer intento... Notó que una sonrisa aparecía en su rostro.
Llegó el atardecer con sus rubores contrastando con el verde de la campiña cuando Pascual apareció frente a la casa de don Bruno. Vestía sus botas marrones, sus jean gastados, su infaltable sombrero que le ensombrecía sus ojos celestes dándole calidez a su mirada... Como cada tanto pasaba a tomar un brandy con su vecino al que le unía el amor por la naturaleza y la soledad del campo...
Don Bruno está sentado en el porche y saludándolo amablemente le dice:
-¡Pero como anda amigo tanto tiempo, que alegría verlo por estos lares!-
Por el gran ventanal entraba la luz del sol que iluminaba el ambiente rústico de la cabaña...
 
Camila se encontraba recostada en la estancia leyendo un libro de aventuras, tema que siempre la fascinaba. Al escuchar a su abuelo, dejó el libro, se levantó y fue apresurada a recibir al visitante.
Los dos amigos se estrecharon en un cálido abrazo... Se miraron de arriba abajo, cada uno más asombrado que el otro, volvieron a reencontrarse en otro efusivo abrazo... Don Bruno no cabía en su alegría...
-Que contento verlos tan entusiasmos por el encuentro, después de tanto tiempo, ¿verdad?, Adelante, adelante, siéntate con nosotros y cuéntanos de tu vida, que planes tienes para el futuro, en fin...
-No tengo mucho que contar sobre mí- contestó Pascual - todos los lugareños de la zona, tranquilos que pueden confiar en mí y sin vacilar me entregan en custodia sus rebaños, pues bien saben mi adoración por las cabras, y así paso mi sencilla vida, entre montes y colinas, gozando y deleitando los regalos de la madre natura. En cuanto a mi futuro... Hummm... Quizás, me llegue hasta la gran ciudad y encuentre alguien que -bueno, ya estoy divagando como es mi costumbre- pues claro, de tanto tiempo estar acompañado con mis pensamientos solo mi amiga la sombra sabe de mis sentimientos. Pero, de seguro, tú, mi querida Camila, tendrás lo que contar...
La vida de Camila había tomado un rumbo diferente en cuanto inició sus estudios superiores... Ella como Pascual amaba los animales y desde la perdida de sus padres volcó sus expectativas en estudiar la carrera veterinaria para luego regresar al campo con su abuelito para así retribuirle en sus últimos años todo el amor que don Bruno había sabido ganar en su vida y en la de sus padres...

Luego del humeante café que bebieron conversando pasaron las horas entretenidos con las anécdotas de Camila en la gran ciudad y sus sacrificios para lograr finalizar sus estudios, donde no hubo lugar para desarrollar una vida sentimental ya que en su corazón solo existía un lugar que estaba ocupado por el recuerdo de Pascual, sin saber definir exactamente si era amor o amistad ya que ella nunca había tenido novio...
 
El pícaro don Bruno, pispiando un quizás futuro de unión entre los jovencitos, tomó la iniciativa, aprovechando su edad...
-Los escucho y no salgo de mi asombro, las mismas inquietudes y cada uno de ustedes solito en su campo, les sugiero salir a pastorear juntos y recordar vivencias...
-Mire usted, don Bruno, ¡las cosas que se le ocurren! Pretende que toda una doctora acepte tal extravagancia, ja, ja, ja...
Pascual, rápido era en sus pensamientos y se dijo que pensándolo mejor en una de esas... Y sin dejar de pasar la oportunidad, miró a su amiga y dijo:
¿Dime Camila, te agradaría acompañarme mañana a llevar mi rebaño al monte?

Eran las ocho de la mañana y la calidez envolvente inundaba la cabaña de don Bruno mientras se desperezaba sentado en su mecedora sentado frente a la ventana por donde entraban los primeros rayos de sol y el verde de la campiña lucía en su esplendor ante sus ojos...
Camila preparaba el omelette preferido de su abuelo mientras saboreaba una tacita de café y se apresuraba para llegar puntual a su cita...
Estaba tan emocionada como en sus años de infancia cuando juntos trepaban por los árboles tal vez para acomodar algún nido de gorriones que el viento había derribado en la última tormenta o iban a la orilla del río a juntar mojarritas...
Pero ahora debía enfrentar el momento de comunicarle a su amigo que el fin de sus vacaciones era eminente, ya que debía regresar a la ciudad para acudir al llamado de una propuesta de trabajo en la clínica veterinaria que había respondido a su solicitud...
 
Al escuchar el típico repiquetear de un cencerro, supo que Pascual y su rebaño ya llegaban al montecito cercano, saludó con un -hasta luego- a su abuelo y emprendió la subida para encontrarlos.
-Que contento verte, Camila, te confieso que muchas veces soñé con un momento así... Quizás te parezca que exagero, pero créeme que no te miento, es más creo que...
-No sigas, por favor, me confundes con tus palabras, no te conocía tan melancólico, vamos, vamos, no me hagas ponerme molesta, pues no sabré que responder.
-Sólo comparto contigo, mis sentimientos, como siempre lo hacíamos, ¿recuerdas como era de niños?
-Por supuesto que recuerdos y vivencias vuelven a mi memoria, pero no debemos llevarnos por impulsivos arranques de nostalgia, ha pasado tiempo, la realidad es otra, en lo que a mí respecta, no sé si me entiendes...
-Nuestra amistad es lo que vale, o es que no piensas así...
 
Camila entre el gentío de la estación abordó el tren de regreso a la ciudad... En su alma llevaba el triste recuerdo de su último encuentro con Pascualito cuando debió confesarle que sus sentimientos eran confusos y agudizaba su tristeza el pensar en su abuelito que acusaba el paso de los años...
Acomodó su equipaje y se sentó del lado de la ventanilla para poder saludar a los dos hombres que quedaron casi perdidos en medio de la multitud de los pasajeros que van y vienen en esa época del año...
En su mente anidaban recuerdos felices y pensamientos inciertos de una nueva etapa de su vida y sus responsabilidades
Fue cruel pero creyó ser sincera en aquel momento, no podía mentirle amor a su amigo de la infancia a quien siempre quiso como al hermano que no tuvo... Pero bien en el fondo de sus pensamientos se agitaba la duda y la emoción de saber que él la amaba...
¿Serían sus sentimientos encontrados o en realidad era amor lo que sentía ahora que debía partir?
El tren comenzó su marcha y vio como se iba alejando de la figura de los dos hombres inmóviles que la saludaban desde el andén...
De pronto se levanta de su asiento y arroja el equipaje por la ventana, corriendo como una loca por el pasillo mientras los pasajeros se voltean a verla y grita: ¡Pascual!
Él al ver la actitud de ella corre para recibirla entre sus brazos don Bruno sonríe rellenando su pipa de brezo, menea la cabeza, voltea para llamar a Pancho y Linda quienes obedecen moviendo sus colitas como fieles conocedores del amor... El tren se aleja dejando atrás la estación del pequeño pueblo mientras ellos abrazados avanzan hacia el futuro que los aguardaba desde siempre...

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Autores:
Lilian Viacava - Uruguay
Beto Brom – Israel

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*Código 1606278220882
*Licencia: Creative Commons Attribution Non-commercial No Derivatives 3.0
*Imagen propia
*Música de fondo: Melodías campesinas sudamericanas/Máximo Spodek