lunes, 8 de febrero de 2016

Charla entre amigos



     -Al crearse la vida todo ser humano comparte dos cosas en común que jamás han de cambiar: el nacer y el morir. Generalmente, salvo excepciones, no es de interés para la mayoría el saber las circunstancias de su nacimiento, pero sí el hecho de saber que los días van restando su permanencia en este mundo. ¿Por qué será que el hecho de partir asusta a muchos, aun a aquellos que están en la mejor fase de sus vidas? Bueno, siendo honesta, creo que también en algún momento de mi vida y ante la pérdida de algunos seres queridos me he sentido un tanto temerosa ante la idea de que en algún recodo del camino está mi final, pero, la pregunta que nos hacemos muchos, ¿el final de qué?... 
Es verdad que en el trayecto de la vida vamos quemando etapas, vamos en una sucesión de cambios donde éstos representan algunas veces un gran salto hacia adelante y otras un desalentador retroceso, vamos cerrando ciclos, algunos dolorosos pero sabiendo que aun mirando hacia atrás el camino recorrido no podemos volver hacia él, pero sí podemos apoyarnos en ese ayer para mejorar el hoy y enfrentar el mañana con más fuerza. ¿Acaso la vida no es como una obra de teatro, donde cada uno es protagonista de su historia y donde nuestra representación no puede ser eterna y por ello el día menos pensado por las razones que sean, debemos bajar definitivamente el telón? ¿Qué nos queda al bajar ese telón?     


    -Querida amiga, llama mi atención el hecho de que otorgas mínimo valor al nacimiento del hombre; en mi humilde opinión, es el de mayor transcendencia, al punto que marca un sello imborrable que lo acompañará durante su paso por este mundo.
En cambio, morir, sólo representa una etapa más del recorrido, o como tú lo describes, asemejándolo a una obra de teatro. Estoy de acuerdo contigo que representamos día a día, cual actores, un libreto pre-establecido, y por lo tanto a semejanza de aquellos peones de escena, tratamos de perfeccionarnos en cada puesta en escena.
A tu pregunta, respuesta sencilla, a nosotros no nos queda nada, vinimos solos y solos nos vamos.  

    -Amigo, ¡no!, no le otorgo escaso valor al nacimiento del Hombre, solamente expongo que ante la vida no nos preocupamos mayormente pues la tenemos, la vivimos, la palpamos, la disfrutamos, en cambio, ante la perspectiva de la muerte, el saber que nuestros días están contados es algo para muchos misterioso, lúgubre y perturbador. Es cosa de estar con personas y te aseguro que de diez,  más de la mitad de ellas que aun gozando de la vida, más le temen a la muerte. ¿Por qué ese temor? , ¿Será acaso porque desde niños no hubo esa enseñanza que la vida nace de la mano con la muerte?
Entrando un poco a filosofar ¿es posible que el Hombre  siendo  un ser tan complejo, revestido de sentimientos, de emociones, de sensibilidad haya venido al mundo para luego desaparecer completamente? o ¿acaso realmente la muerte es un cambio a otra forma de existencia?

    -Quizás te resulte un poco extravagante mi opinión, pues creo que esta vida, es sólo una etapa más que recorremos, llegamos sin ser consultados, nos vamos, no siempre deseosos de hacerlo, y por lo general sin saber con certeza el momento crucial en el cual emprendemos nuestro próximo viaje.
Sigo sin comprender el miedo de la mayoría de los humanos, con respecto a ese misterioso viaje, que sabemos, sin lugar a dudas, que tarde o temprano debemos afrontarlo; es por ello que mantengo la creencia de que debemos vivir cada día, considerando que tal vez sea el último de esta etapa. Por lo tanto disfrutemos cada instante, gocemos de nuestros queridos...en fin ¡¡vivamos!!

    -¡No!, no encuentro para nada extravagante tu opinión y coincido plenamente contigo en que hay que vivir cada día como si fuese el último, es decir, no hay que añorar tanto el ayer ni temer al mañana, simplemente saborear el hoy que es el presente y la realidad de nuestra existencia.
Concluyo diciéndote  una frase que leí alguna vez y que es parte de lo que pienso: "La Vida y la Muerte tiene muchas variantes, difícil dar con la respuesta exacta y definitiva"

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Amigos:
María Cristina Sforzini Sepúlveda (Chile)
Beto Brom: (Israel)


*Registrado/Safecreative N°1602086465422
*Imagen de la Web (con texto agregado)
*Música de fondo: J.S.Bach / Brandenburg-concerto N°5

2 comentarios:

  1. gracias por invitarme a la visita ...es una gran página de un gran amigo

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    1. Gracias mil por llegarte, amigazo.
      Mucho lo agradezco.
      Shalom,

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