jueves, 28 de septiembre de 2017

Enhebrando almas





A modo de presentación....

Corre la tarde veloz, poniendo tintes de luz e impregnando de diversos aromas y sonidos al paisaje.

Corre otoño, en un lugar del planeta.

Mira con insistencia las agujas movidas por kronos, ansiosa espera la hora señalada, a la vez que pregunta ¿Tendré suerte? ¿Podré? ...La brisa le responde:

-Espera...aprende a esperar...

Lejos en el tiempo, pero cerca en el pensamiento, Felipillo estaba inquieto, no podía concentrarse en una sola idea, la naturaleza revoloteaba a su alrededor, todo pareciera anunciar la llegada, inesperada, de una noticia que lo alegraría, debería esperar, pero… ¿Cuánto?

Hondonada abajo, ella suspiraba ansiosa…parecía que el tiempo se detenía he imposibilitaba los hechos…Se desplazaba aparentemente sin rumbo, pero era lo que correspondía a su naturaleza fluida y estética;… ¿Hoy sería?.

Ahhhhh ¡¡¡ojalá!!!

No quiso aguardar…la impaciencia, propia de su estilo de vida, lo incitó a dar el primer paso, adelantando el encuentro con la acreedora de sus señales…su ser bullía de entusiasmo…aceleró sus pensamientos…vibraciones elevaron a la enésima potencia las ondas irradiadas…en realidad todo su ser, completo y contundente fue quien salió a la búsqueda…

Tomó el sendero, que estaba festoneado de dedalitos o deditos de hadas, esplendidos en un naranja vibrante y aromático. Se dejó llevar por el murmullo del arroyo cercano y ya convencido, trazó una figura en el aire…

Este acontecimiento no pasó desapercibido por ella, en el otro extremo y resuelta emprendió el camino del encuentro. Le costaba un poco, porque su corazón hablaba en latidos verbales, pero su voz no era escuchada…pero sospechaba que pronto…muy pronto seria escuchada…

Felipillo no dejaba de captar señales…quizás vibraciones de un alma cercana… ¿Acaso eres tú, mi compañera de aventuras?, anhelo reencontrarnos, y así volver a deleitarme con tu cercana presencia…desde lo más profundo de su corazón comenzaron olas de cariño que lentamente coparon todo su cuerpo.

Y así, como envuelta en una nube de algodón la percibió…no era espejismo…no estaba en un sueño, era ella…

El infinito tendió su red abriendo senderos en el éter….fulminó obstáculos…sembró tintes que sabían a mieles….las aves desplegaron sus alas en vuelo de libre juego…


…y ella respondió acariciando la brisa…jugando con las nubes, recibiendo con ternura cada gota de lluvia.

Y vibrando desde su esencia….se elevó junto a las mariposas azules, que en ese momento se anunciaban a la vida.

Suaves acordes de una orquesta lejana, acortaban distancias, la melodía impregnaba cual rocío, el predio acordado para recibir el encuentro de aquellas almas que anhelaban consolidar sus sentimientos. Nada impediría lo previsto.

El perfume se hizo más corpóreo, la brisa más ondulante y las aguas se agitaron en suave murmullo…


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María de los Ángeles Roccato (Argentina)

Beto Brom (Israel)



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*Registrado/Safecreative N°1709173533139

*Imagen de la Web c/texto anexado

*Música de fondo: MOZART, concierto 20 /Romance Gulda





4 comentarios:

  1. Hermoso el reencuentro de dos almas que se aman, después de la natural impaciencia, mi amigo Beto....Felicito tus letras e inspiración acompañadas de María de los Ángeles....Recibe mi abrazo afectuoso....

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    1. Contentos con tu llegada, amigaza, mucho agradecemos tus huellas, pues las sabemos sinceras.
      Cariños de ambos para ti, Ingrid.

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  2. Enhebrando almas, ese reencuentro se convirtió en esa hebra firme que los envolvió en el centro de la red de sus sentimientos.

    Un placer leerlos mientras la música invade mi alma y la noche se oculta en su propia sombra.

    Cariños.
    María Cristina Sforzini Sepúlveda

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    1. Cuanto nos alegra recibir tus huellas, amigaza, las consideramos un regalo.
      Abrazotes de ambos para ti.

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