lunes, 11 de mayo de 2015

Arribo indescifrable






CAPÍTULO I
MORGANA RUMBO A BUENOS AIRES

Zarpamos en medio de la húmeda mañana dejando entre la bruma el Cerro de Montevideo dibujado como un pino verde que resaltaba nítidamente entre la neblina.
Tan plomiza lucían las aguas del Río de la Plata que comprendí en ese instante el porque de mi melancolía y me vi inmersa en la nostalgia de la partida, dejando atrás mi pequeño país con forma de corazón al revés o patas para arriba como me dice Eugenio entre sonrisas.
Atrás quedaba la incertidumbre al cruzar el charco.
Ahora comenzaría una nueva etapa en esa gran metrópolis de ritmo vertiginoso y acelerado y me pregunto si tendré tiempo de extrañar el mar y la playa que me rodea en mi ciudad.
Desde la inauguración de la empresa fue todo un éxito, lo que impedía a Eugenio desatender sus intereses por lo cual decidí que lo mejor para ambos era que yo me trasladara a Buenos Aires al coincidir también con la interesante oferta que Editorial Sudamericana me hiciera para publicar mi próxima novela.
Luego de tomar un café y la compra de un perfume en el free-shop, el buque está arribando…
La mañana se ha despejado un clima cálido y el sol otoñal nos baña en la dársena 10… Recojo mi equipaje y rumbo a la salida del puerto me percato que Eugenio no ha venido a buscarme. Siento una punzada en mi pecho. Un mal presentimiento se apodera de mi cuando veo a Víctor que se dirige a mi encuentro y me dice:
    - Morgana bienvenida a Buenos Aires - y me estrecha en un sostenido abrazo.
    - ¿Dónde está Eugenio?- Le pregunto…
Se produce un hondo silencio mientras mis brazos caen al costado de mi cuerpo.
    - ¿Qué ha sucedido? ¿Dónde está Eugenio? - Repito alarmada…
      
Capítulo II
INESPERADA SORPRESA

      - Nada que no se pueda solucionar, mi querida señora, venga sentémonos en aquél banco...
Yo, casi fuera de mis cabales, me dejo llevar hasta el banco, me siento pero sin aflojar mis nervios...
    - ¡¡¡¡Quiero saber donde está Eugenio!!!!!..AHORA..
    - Estábamos viajando en camino a una reunión muy importante y en una calle lateral, fuimos interceptados por una camioneta de la cual bajaron dos encapuchados provistos de sendas armas, abrieron la puerta del lado donde estaba sentado Eugenio, y sin emitir una sola palabra, lo sacaron del coche y lo arrastraron por la fuerza hasta introducirlo en la parte posterior de la camioneta; a los pocos instantes desaparecieron a toda velocidad, sin darme tiempo siquiera a anotar el número de patente.
    -¿Qué? no puedo creerlo...me voy a volver loca...pero ¿¿¿porqué???, - salté y ya de pie, pregunto..
    -¿Avisaste a la Policía, a alguien de la empresa?...tenemos que hacer algo...
    -Espere, Morgana, espere que le sigo contando...A la hora, más o menos, sonó el móvil de Eugenio, que había quedado en el asiento del coche, abrí la comunicación y un tal Halcón me informó que exigen 10 mil dólares para liberarlo, y esperarán hasta 24 horas, caso contrario..
    -Ohhhhh...me siento mal...
    -Morgana ...¿qué le pasa?...¡¡¡¡AUXILIO!!!! un médico, auxilio...POR FAVOR!!!!!


Capítulo III
LAS SORPRESAS CONTINÚAN

No había vuelto a tener un ataque de pánico desde el día del accidente de auto, pero ahí estaba nuevamente desvanecida... Lo extraño que cuando logro recuperarme nadie había venido para auxiliarme y Víctor ya había detenido un taxi que nos trasladaba hacia el hotel “Los Ángeles” donde tenía reserva para reunirme con Eugenio, pero ahora me encontraba con otro hombre, que me había dado tan desafortunadas noticias.
Al llegar a la habitación pedimos dos whisky sawer obviando la medicación que me habían suministrado minutos antes, cuando reanudamos la conversación.
Con el rostro impávido me dijo que su nombre no era Víctor, que se llamaba Rodolfo Estebanéz y era uno de los socios de Eugenio en la empresa.
Me resultó algo extraño porque era muy parecido a Víctor a quien solo lo conocía por Skype pero como todavía me encontraba confundida pensando que el whisky era lo que confabulaba en mi contra.
Cuando golpean a la puerta y antes de que yo pudiera decir nada, Rodolfo se apresura para abrir y hace pasar a una mujer alta y delgada de mirada aguda y labios finos que cuya misteriosa figura me hace sentir aterrada…
Rodolfo dice con un tono de voz nada amable:
    -Natacha, ponle las esposas...


Capítulo IV
CONFABULACIÓN

Sin siquiera dudarlo. salto de la silla y con un rápido y fuerte empujón la embisto y corro para salir de la habitación...desesperada voy por el pasillo a toda carrera, gritando ¡¡SOCORRO...AUXILIO...!!, llego a las escaleras y me largo a correr por ellas como un huracán, siento que me siguen y esto me incita a saltar de a dos o tres escalones...escucho voces...creo que son de la planta baja, ¡POR FAVOR...NECESITO AYUDA!!!!, tropiezo y caigo rodando por la escalera...el mundo se da vuelta y vuelta...
Trato de abrir los ojos...la cabeza es un torbellino, me duele horrores...
    -Cálmate, querida, estoy aquí, a tu lado, todo está bien....
Escucho la voz de Eugenio y doy vuelta la cabeza para verlo...veo todo borroso, no entiendo nada...
    -Te repito, todo se solucionó...fue una jugarreta de unos mafiosos, ya estamos a salvo...lo más importante es saber que estás bien...
    -¿De que me hablas?...explícame...


Capítulo V
CONCLUSIÓN

Aferrada a su cuerpo temblaba sintiendo su fortaleza.
Un tumulto de policías y personal de seguridad se llevan esposados a los dos delincuentes.
Eugenio me cuenta que logró liberarse de un sótano lindero al hotel y avisó a la policía de inmediato para venir en mi busca. Víctor también había sido secuestrado en una quinta de las afueras de la ciudad de donde ya lo había logrado rescatar la policía.
Rodolfo Estevanéz era parte de un grupo que venía asolando la ciudad de Buenos Aires junto a sus cómplices, Natacha Romilova, y un tal Romanof que también se hacía llamar Halcón, quienes contaban con un profuso prontuario por este tipo de crímenes, supuestamente también involucrados en temas políticos. El plan de los malvivientes era pedir 10.000 dólares en un principio, por el secuestro de Eugenio pero al enterarse de mi llegada dicho plan tuvo sus variantes al saber que yo era la portadora de una nueva fórmula para la planta industrial de la Empresa con la que se obtendrían ganancias millonarias. Pensando en comercializar ese material habían subido el monto del rescate a 100.000 dólares por los tres.
Se retiran los médicos de emergencia, el panorama de la habitación era un caos total. El equipaje y la documentación estaban desparramados por toda la estancia, Eugenio se encarga de recoger mis ropas tomando mi pañuelo rojo llevándolo hacia su boca y lo besa, baja las cortinas y enciende una luz tenue.
Luego tendremos que ir a la dependencia policial para identificar a los secuestradores y realizar las correspondientes denuncias… Los abogados de la empresa irán para acompañarnos donde nos reuniremos también con Víctor.
Al fin todo ese horror ha pasado… Me siento segura al lado de Eugenio y pienso en la valentía que demostró al huír para tratar de salvarme de tremenda situación y salir ilesos.
Son las 6 de la tarde, ya casi pasó el día desde la partida de mi monótona y tranquila Montevideo con sus mansas playas acariciando el sosegado paisaje.
La calma ha vuelto en los brazos de Eugenio. Todavía restan dos horas antes de salir a la estación de policía. Nos abrazamos y nos besamos con ansiedad.
El horror que habíamos sentido al pensar que tal vez no nos volveríamos a ver nos había helado la sangre, pero ahora la sangre bullía en nuestras venas y en la respiración entrecortada por los besos nos hacía olvidarlo todo deseando que esos momentos no terminaran jamás.
Cierro los ojos y extiendo mi mano hacia la lámpara… En la oscuridad solo se percibe el suave movimiento de los cuerpos que se abrazan. El calor de la pasión entibia la habitación y el corazón se acelera.
De la calle se escucha el bullicio del trafico de la metrópolis… Mientras tanto… Eugenio y yo… Yo y Eugenio… Solo eso importa...

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Autores
Lilian Viacaba (Uruguay)
Beto Brom (Israel)

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*Registado-Safecreative N°0910050057797

*Imagen ilustrativa de la Web.

Conversando



Nota de los Autores
 Lo que en otros tiempos fueron cartas que iban y venían, cartero de por medio, hoy, el Internet, que ya es parte de uno, nos proporciona la ventaja de conversar con amigos en forma sencilla y rápida, como si nos encontráramos sentados alrededor de una mesa, saboreando un rico café. Aquí compartimos un ejemplo. Esperamos que sea de vuestro agrado, amigos y lectores.

 María Eugenia y Beto

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B: Mira que eres caprichosa, no quieres reconocer tu equivocación...
M: No soy tan arbitraria como piensas, reconozco mis errores créelo, bueno posiblemente tú me veas así ¡qué sé yo! Tengo mis rarezas de vez en cuando.
B:  No obstante te dejo un pedido, no cambies...
M:  Pues siempre pienso que si volviera a nacer, no quisiera ser así
B:  ¡Que lindo tema para un dueto!
M:  ¿Verdad?...en primer lugar quisiera ser hombre
B:  No, ¡¡¡que aburrido!!!
M:  Tienen muchos más privilegios...¿por qué aburrido?, el hombre hace lo que le da la gana, algunos no por supuesto... Pero son poquitos
B: No estoy de acuerdo, no es correcto generalizar.
M:  Bueno...claro que tampoco me gustaría casarme con una bruja que me estuviese espiando todo el tiempo, controlándome, ¡no que pesadilla!
B: Como en todos los órdenes de la vida, cada uno debe saber afrontar las posibles piedras al andar, tanto "ellas" como "ellos", poseen sus pro y sus contra, ¿quieres que los analicemos?, pero tratemos de ser lo más objetivos posible...¿te animas?
M: Adelante, tratemos de examinar algunos puntos y para empezar si me permites, tengo que refutar una respuesta tuya a propósito de "Generalizar". Por favor, no me digas que generalizo, si con sólo dar un pequeño repaso a nuestro planeta encontramos que en la mayoría de las culturas, los hombres tienen un lugar preferente versus las mujeres. Desde que llegamos a este mundo ya no somos recibidas con la algarabía del varoncito y hasta unos cuantos extremistas nos eliminan. ¿me equivoco?
B: Eres especial, querida amigaza, por un lado rehúsas recibir que generalizas, y sin embargo aseguras que en la Historia, siempre hubo preferencia por los hombres, si a esto no lo llamas Generalizar, pues entonces ¿a qué si?. Yo pregunto, ¿quiénes son las recibidoras del 99% de los versos de amor?
M: Ah, no me digas que sólo las mujeres somos las beneficiarias de esos versos apasionantes, Los hombres también querido amigo y además les encanta  en realidad cuando se ama no hay diferencias en la intensidad del sentimiento, sino en las diferentes formas de expresarlo dependiendo del género.
B: Muy ciertas tus apreciaciones, querida amiga, salvo que con suma maestría o mejor dicho picardía, sigues sin responder a mi simple pregunta; y para que resulte quizás, más fácil responder, te diré que, el tan mentado Amor, es una forma de reacción que creó el hombre para congraciarse con la mujer...
M: El hombre claro que sí, pues fue el primero en saber escribir, lamentablemente los pensamientos de la mujer no se podían plasmar, hubiesen resultado los versos más deliciosos, ellas cuando se sentían cortejadas todo su ser vibraba y se convertía en la más apasionante poesía. ¡Cuánto nos ha costado tener esos “privilegios” que tristemente para nosotras pertenecían a los hombres!
B: Como les encanta hablar de "privilegios",  y así usufructúan aquel ya viejo apodo de -Sexo débil-, que siempre fue tan mal acreditado, pues basta con recorrer las miles de historias relatadas a través del tiempo, para comprobar quienes fueron las causantes de los grandes tumultos que llevaron a decenas de hombres a las guerras.
M: Bueno lo del sexo débil y frágil, es verdad pero tenemos ciertas ventajas, por ejemplo la astucia es una de las cualidades y me atrevo a nombrarle "cualidad" porque es nuestra única defensa para ejercer cierta supremacía sobre ellos, todo a fuerza de constancia e inteligencia. Ese fue el comportamiento de esas mujeres que pasaron a la historia, sin embargo fue el hombre quien lo permitió. Por suerte en muchos países ya las mujeres se han liberado, pero ¿cuántas quedan en el mundo que aún están sometidas?
B: Tus apreciaciones son la mar de interesantes, pero claro, muy subjetivas y ello es legítimo, no obstante veo que aquello de que de tener la posibilidad de nacer de nuevo, preferirías ser hombre, como lo confesaste al principio de nuestra charla, veo que por el momento no estás tan segura, creo que fue un momento de enojo, ¿quizás contra vos misma?
M: Tienes razón parece que no me gusta tanto ser hombre, ya que en nuestra conversación he defendido con cierto fervor a mi género. Lo más hermoso a mi parecer que tenemos, es sentir en el vientre al hijo, darle la vida, esa es la maravilla de ser mujer. Por otra parte, mis apreciaciones no son totalmente personales, suelo hablar con amigas y la mayoría coincide en pensar que si tuviesen que elegir, desearían ser hombres, debe ser por la impotencia de ciertos juicios y prejuicios, que todavía se promulgan en el mundo, reflexiones a propósito de la concesiones preferenciales que se otorgan a los varones.
B: Sin duda, soy de los que consideran que c/uno, tanto ellas como ellos, tienen en su haber, sus pro y sus contra. Es factible encontrar en los libros de Historia, y por supuesto de acuerdo quienes los escriben, facetas diversas y variadas sobre personajes, tanto del género femenino como del masculino, que sobresalieron entre sus semejantes en la época que vivieron, algunos por sus méritos y logros alcanzados y otros por sus acciones que ensombrecieron aquellos días en que vivieron.
En síntesis, seamos lo que somos, y vivamos de la mejor manera posible, ¿estás de acuerdo, mujer?
M: Si, mi querido amigo, como no voy a estar de acuerdo contigo, cada uno tiene derecho a ver y dirigir su vida, ojalá de la mejor forma posible, seguramente no cambiarás tu posición ni yo la mía, pero analizando nuestra conversación me he dado cuenta  que mi postura va más allá del género, en mi fuero interno lo único que pretendo, es que tanto hombre, mujer, raza o religión, no deben ser causa, de ninguna clase de desprecio maltrato o humillación.

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M...María Eugenia García Benedicto (Chile)
B...Beto Brom (Israel)
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*Registrado/Safecreative N°|1505104054175
*Imagen ilustrativa de la Web

*Música de fondo: Kitaro / Theme from silk Read

miércoles, 6 de mayo de 2015

Disfrazando realidades




Estacionó el coche a unos metros de la dirección requerida. Bajó  de su automóvil y con pasos decididos se enfrentó a la casa. Un pequeño jardín tranquilo y acogedor invitaba a visitarlo, dudó unos instantes...y se arriesgó a entrar. La casa no era moderna, algo en ella parecía decir...adelante, te espero...Antes de apretar el timbre, llamó su atención el cartelito pintado con letras góticas, pendiente en el marco superior...
 *Estudiar la mente es una profesión, conocerla es un privilegio*
A los pocos instantes se abrió la puerta, una simpática jovenzuela la invitó a entrar y la acompaño hasta una habitación que se asemejaba a una pequeña biblioteca pública, a decir de los cientos de libros acomodados en estanterías que ocultaban las paredes. Al lado de un ventanal inmenso, un hombre ya de edad, sentado en un gastado sillón con respaldar alto, ubicado detrás de un escritorio en el cual un manantial de papeles acomodados en pilas, se perdía entre unos desparramados libros.
    -Buenas tardes, Ingrid, tome asiento, aquí en esta cómoda butaca, póngase cómoda.
La butaca ofrecida, estaba a escasos dos metros del psicólogo, frente a él, en línea recta. Viendo que otra alternativa no quedaba, mientras se sentaba, expresó...
    -Mucho gusto, Dr. Feliph, aquí estoy como acordamos...18,30, ¿verdad?
El experto murmuró unas sílabas que parecieron como aceptación; abrió una carpeta azul y como explicando aclaró...
    -Con cada persona inauguro una carpeta, la suya decidí que sea azul, ¿le agrada el color?
    -No sólo me agrada el color, sino el aroma y el ambiente. Volviendo al color...me recuerda el mar, que tan lejos tengo, al cielo en una tarde de otoño...es mansedumbre y armonía....
Anotó algo en la carpeta, levantó su vista en dirección a su paciente...
    -Interpreto que la elección del color fue acertada, empezamos bien...me agradó el aire melodioso y poético de la respuesta, desearía saber...cuál es el motivo de la visita... ¿una intriga personal o...quizás un deseo de conversar con un extraño? 
    -Creo que ambas- Lo dijo esbozando una sonrisa entre juguetona y seductora, enfatizada por la mirada penetrante y cierta alteración de la respiración. A mi edad mucha agua ha corrido bajo el puente y hay situaciones que me desbordan, a veces jocosas por lo descabelladas o francamente suicidas….en realidad no sé por dónde empezar, pues se agolpan en mi mente varios acontecimientos y no se cual elegir…estoy desconcertada.
Como era su vieja costumbre, consideraba infalible otorgar la sensación de tranquilidad en el paciente, para lograr así, un desarrollo normal de la charla, evitando, por supuesto, alguna pregunta que pudiera alterar su estado, que de por si, al llegarse hasta allí, demostraba que no era del todo aceptado por ella misma.
    -Entiendo...se encuentra ante un camino sin salida, o mejor dicho ante una bifurcación, que exige tomar una decisión y es necesario, para tal efecto, analizar las dos posibilidades... ¿estoy en lo cierto?, antes de proseguir desearía su ayuda....
    -Debo confesar, que me ha costado bastante llegar a Ud.- ¡no!, no se alarme! – veo que sus ojos han quedado  petrificados, aclaro: comunicarme ha sido fácil, conflictivo es como se ha debatido mi interior hasta aceptar que una “segunda persona intervenga en mis asuntos” ¿porqué?, por varias razones, siendo la más significativa es que no podría hablar de  bifurcación precisamente lo que acontece dentro de mis pensamientos y sentimientos sino, que  es un estallido. A ver si me explico, me pasa exactamente igual que cuando entro en Internet en búsqueda de algo: ya sea una palabra, un lugar, un personaje y a medida que avanzo se van abriendo ventanas que terminan llevándome a lugares insospechados. Entro por ejemplo, por una flor, me entero de cultivos, propiedades, rituales, geografía, veo cientos de imágenes…y….luego un vídeo…en síntesis han pasado varias horas y …me he desviado, transitado ,conocido, emocionado, disfrutando de la música o no que lo acompañaba…vale decir un torbellino de conocimientos o de muestras y muchas veces un sabor amargo, doloroso, por ejemplo lo que me enteré de los picaflores, que por considerarlos de buena suerte, se los caza, mata y terminan en algún sombrero o ritual….y esto, si me permite decirle amigo, me está descolocando.. En este punto está anclado o difuso mi accionar...
Mientras escuchaba tal explicación, que más bien la interpretó como un discurso, nuestro avezado psicólogo no dejaba de observar la forma en que la paciente exponía su...tesis, pues en un momento de su locución, ella se levantó de la butaca, ubicándose tras ella, para así de pie, dar más énfasis a sus palabras.
    -Escucho y capto con claridad su dilema, que no lo veo así, muy por el contrario, en nuestro mundo interior continuamente debemos discernir y ello es positivo. En el ejemplo de Internet, usted misma buscó y encontró variaciones sobre un mismo tema, lo cual le permitió ampliar sus conocimientos y así disfrutarlos. El supuesto ancla, no existe, sólo aparecerá cuando lo desee y no antes. Ahora, dígame, ¿desde cuándo vislumbra un obstáculo en sus pensamientos?
    -Parece que está relativizando mi exposición, me siento como buscando una aguja en un pajar… ¡montañas de escombros…donde intento encontrar una gema…! ¡Sí, una gema que parece ser mi cordura a punto de desaparecer!- Lo dice, llevándose las manos a la cabeza, rompiendo en un llanto estertóreo. Dicho esto, se desploma en la sala..
El profesional, si perder la calma, llama a su secretaría y entre ambos levantan y depositan a Ingrid sobre un canapé situado en un costado del escritorio.
Pasan unos minutos y después de haber frotado con un paño frío la frente de la paciente, percibe que ella vuelve lentamente en sí.
    -Todo bien, Ingrid...todo bajo control, ha sufrido un pequeño desmayo emocional, quédese recostada, tranquílese y pasará... ¿Se siente mejor, verdad?
Asombrada y con un hilo de voz pregunta...
    -¿Ingrid, quien es Ingrid?, acomodándose la ropa –afirma-, aquí hay una confusión y muy grave por lo que veo. ¡Exijo me expliquen, que hago aquí, porque me nombran así…en fin tengo otras preguntas, pero esperaré a que me respondan estas!
Nuestro más que asombrado Dr., trata en lo posible, de no demostrar la nada agradable sorpresa, ante la inesperada reacción de su paciente. Con una breve mirada, dirigida a su secretaria, da a entender que se retire. Casi murmurando, explica en breves palabras, el porqué de su estancia en el escritorio, sin siquiera mencionar lo referente al nombre de la paciente; lo que sí, reitera es que por unos pocos instantes había perdido el conocimiento, pero por suerte ya estaba nuevamente consciente y le aconsejaba, que si así lo deseaba, podría quedarse unos minutos más descansando y él podría darle más detalladas explicaciones sobre lo sucedido.
Acariciando los cabellos, la comisura de los labios e inspirando profundo fija la mirada en el terapeuta y serena responde:
    -No hace falta más tiempo ni explicaciones, he quedado satisfecha con lo visto y oído...ahora si Ud. me  permite, voy a retirarme, debo ir a comprar flores, para llevar a la tumba de mi amado compañero de vida y de cuatro patitas, quien hace algún tiempo partió y me dejó sumida en un dolor profundo….es tarde, van a cerrar y no podré entrar…¿Cuándo y a qué hora debo volver?, remarca con impaciencia.
    -Me quedo tranquilo al verla recuperada, lo acontecido, no es nada fuera de lo común, suele suceder que nuestras vivencias y emociones se entrecruzan y esa especie de colisión debe lograr un escape, y la mente opta por lo más sencillo...un desvanecimiento. Con respecto a nuestra próxima entrevista le sugiero concertarla con la secretaría. Hasta entonces...
Después de salir la paciente, tomó la carpeta azul, y anotó unas líneas sobre lo acontecido en el primer encuentro; releyó lo escrito, y decidió agregar que algo no concordaba en la reacción de ella, comedia... falta de sinceridad...y subrayó estas dos posibilidades.
La mujer partió presurosa, tanto, que se olvidó de sacar el turno. Ya en la calle, solo pensaba ¡gracias al cielo que he conseguido salir de ese lugar! y mirando hacia la esquina recordó el ramo de flores para el centro de la estancia, llevaría rosas rojas para dar un toque de pasión en su comedor.
Llovía con intensidad e iba al encuentro semanal con el doctor. En el camino se planteó:-¿Qué diré ahora? ¿Qué haré para que  resulte interesante, novedoso, sugerente? Tengo que parecer creíble, bueno adelante, ya me embarqué en este proyecto y debo desarrollarlo- ¡Menos mal que conseguí turno por teléfono!
Al llegar al consultorio agradeció a la secretaria quien le respondió mirando hacia el pasillo….
     -El doctor la espera.
    -Adelante, Ingrid, ya estoy con usted...-la recibió el terapeuta y agregó: -póngase cómoda, ubíquese donde más le agrade...- mientras sostenía en sus manos la carpeta azul.
Ingrid optó por elegir el canapé...y allí se recostó, relajó y envió una mirada intrigante a su anfitrión.
    -Aprecio que se encuentra tranquila y ello me satisface...estaba ojeando mis notas y sigo pensando sobre el motivo que la ha traído hasta aquí...en la sesión anterior manifestó que se encuentraba ante una disyuntiva...desearía que me participe de ella... empecemos comentándome sobre su carácter, su forma de ser... ¿cambia constantemente en una conversación sin que pueda controlarla, como si hubiera otra persona dentro de usted?- Al terminar la pregunta, miró fijamente los ojos de la paciente, esperando ver la reacción preliminar a la respuesta.
Ella desafiante responde sin titubeos
     -¡Si y por ello vengo!
 Sin exteriorizarlo, resuelve participar en el juego de su paciente hasta llegar a desenmascararla.
    -Es decir que en forma continua, usted y su otro yo, tratan de llevar la delantera, ¿y eso es lo que la pone mal pues carece de elementos para sobreponerse?

    -¡¡¡¡Así es...!!!! a eso he venido a encontrar y llevarme las herramientas que posibiliten que este dúo de locas o locos se pongan de acuerdo para tener un decir y accionar más lógico y coherente.-
    -Comprendo su inquietud, es más, la considero una prueba irrebatible de la necesidad de describir, en sus palabras, quién es la persona con la cual estoy hablando, ¿podrá lograrlo?, soy todo oídos...
    -Mi estimado Dr. Hay días que me levanto y estoy convencida de ser una doncella del Medio Evo acosada por alguno de los mozalbetes y otros no tanto de la corte...y en seguida tan rápido como las agujas del minutero corren....aparece la aguerrida contemporánea....y cambio el estupor por el agravio...-Lo dice mostrando un verdadero descontrol facial, temblor en la comisura de los labios, pestañeo agitado, maxilar inferior flácido y la huida de color en sus mejillas.
Al mirar el rostro de la paciente, descubre el brusco cambio en sus facciones, y no desea perder ese precioso y significante instante, rápidamente expresa..
    -Continúe, Ingrid, continué, la estoy escuchando...
Un fino hilo de perlas rueda por las frías mejillas. Los ojos se han convertido son  dos estiletes que viajan masacrando la intimidad de la consulta, al fin suspira , se relaja y recomponiéndose, emite una tos pequeña y susurrante, retomando el relato…
    -Otras siento que soy tan pequeña que me parece casi imposible alcanzar la mesa para tomar el sustento, esto me inquieta en principio, pero luego me invade la alegría al poder hablar casi de igual a igual con las polillas y las hormigas….de pronto crezco, pero desfallezco, porque he perdido el misterioso estado conseguido y…..me veo tomando el desayuno nuevamente…y vuelve esa dualidad permanente de voces que me alertan, asustan o estimulan en el nuevo estado que consigo….¿me sigue?
En base a la experiencia, acumulada en su virtual mochila acomodada en sus espaldas, no desea interrumpir el torrente que emana de boca de su paciente...
    -Por supuesto, adelante soy todo oídos....
    -Confieso el asombro que me produce al hacer el relato y  vivenciar que lejos de inmutarlo lo lleva a seguir escuchando….¿indagando?¿ o siendo uno más de los que van sumándose  a este libreto que germina sin frenos ni tachaduras en mi inconsciente?- Su voz  en principio cálida y suave concluye áspera, seca y gris. Sin esperar respuesta y perdiendo la mirada en la ventana, que estalla de belleza  con el  violeta, lila y magenta de los malvones, continua…
     -En muchos momentos me siento parte de una conspiración planetaria y en otras soy la frágil amapola que se entrega al murmullo de los trigales maduros…-¿Es capaz de seguirme o me toma como alguien desquiciado que desea se esfume por alguna de las caladuras de la cortina? ¡¡¡Por favor deme su opinión!!!
Lejos de sentirse conmovido ante esta especie de confesión, típica y lógica de una persona dueña de una mente confusa, nuestro terapeuta trata de apaciguar el estado un poco compulsivo de la exaltada Ingrid, y como llevándola por otro camino, dice con voz suave pero segura...
    -Reconozco que es usted una persona que sabe lo que quiere...no obstante se deja llevar por ideas y pensamientos, influenciados por esas voces que atormentan sin darle tregua...me gustaría analizar un poco más y con suma dedicación todo su planteo. Por lo tanto, demos por terminada la sesión del día, y en nuestro próximo encuentro desarrollaremos un poco más sus inquietudes e incógnitas.
Roja de ira se pone de pie, levanta la cartera y saluda, al hacerlo y dando espaldas al médico, dibuja una mueca siniestra.
Nuestro, un poco asombrado Doctor, esperó unos minutos, después de la salida de escena, o sea del consultorio, de Ingrid, como una experta actriz profesional, con años de tablas en su haber; luego salió para consultar con su secretaria si la paciente había reservado turno para la próxima sesión. Como lo imaginaba, fue informado que la susodicha había salido sin siquiera saludar, y demostrando un semblante de completo enojo. Al escuchar tal informe, indicó a su ayudante que si la paciente hablaba por TE. para solicitar turno, debería concertarlo para dentro de dos semanas, pues el Doctor saldrá de vacaciones.
Volvió a su escritorio, buscó la carpeta de la paciente, pues necesitaba agregar los detalles de la "activa" sesión de la fecha; al buscarla en la estantería correspondiente, se percató de un pequeño cablecito en un costado del mueble, corrió unas carpetas, y se topó con una diminuta cámara fotográfica...¡¡¡¡No podía salir del asombro!!!!!, continuó el recorrido del cable....éste seguía por detrás de las numerosas carpetas...llegaba hasta la sala de espera y terminaba en el escritorio de su secretaria.
Ésta, aterrada al darse cuenta que el cable ha sido descubierto, corre y se encierra en el baño, desde donde hace un llamado con el celular y al ser atendida sólo dice: -Avisa y ven con rapidez, todo se ha precipitado..
Vuelve a la sala y se sienta muda y cabizbaja, y frente a ella el más que furioso terapeuta que, con un tono de voz muy elevado, desconocido en él, exclama...
    -Estoy aguardando explicaciones....y no tengo mucho tiempo, pues entonces adelante, ¡SEÑORITA!
La mujer, ante la pregunta necesita imperiosamente que la trague la tierra, no obstante, haciendo un enorme esfuerzo, se pone de pie diciendo:
    -Sabía  que tarde o temprano llegaría este momento...la respuesta tiene varias aristas. Por un lado el respeto que Ud. me merece y por otro, el dinero que significaba para mí el hacer llegar las filmaciones de sus entrevistas a la Sra. Ingrid quien me había asegurado necesitarlo como documento para aprobar el doctorado en dramatización e improvisación teatral. Por otra parte, dicho material también era rescatado para ser presentado en un Congreso Médico de Psiquiatría Mundial y así dar a conocer las metodologías de avanzadas que Ud. utiliza y poner en alerta de uno de los tantos ardides  utilizados  por  falsos pacientes. En el momento de decidir pesó mi enfermedad de ludopatía, el doctorado de Ingrid y pensar que el aporte rescatado podia beneficiar a otros profesionales. Pero ahora, visto así fríamente y ante su presencia, me parece una monstruosidad.
Lo revelado era casi imposible de captar, una atrevida y auténtica confabulación perpetrada en su contra...inconcebible...y en su propio consultorio, digno de una novela de intriga y suspenso...antes de emitir comentario alguno sobre la "noticia" escuchada, ordenó a la secretaria...
    -Le exijo desconectar ¡¡YA!!, la filmación o fotos y los micrófonos, ¿entendido?...¡¡Ahora!!
Asustada y avergonzada, en unos pocos minutos desconecta el sistema instalado, recoge las cámaras ocultas, grabador y demás y los deposita sobre su escritorio. Muda, se queda de pie y con la mirada al suelo.
    -Antes de dar parte a la policía, necesito saber si parte de lo grabado ya fue entregado a su compinche de la calumnia, o quien sabe alguien más involucrado en esta agravante fechoría, o mejor dicho, ¡Delito!... estoy aguardando su respuesta...
Ingrid irrumpe con violencia en el recinto. Ambas mujeres intercambian miradas cómplices y al fin se relajan, cuando le  permiten ingresar  a dos ex alumnos “medalla de oro” del doctor, quienes sonriendo se acercan a abrazarlo y darle explicaciones…Con gran esfuerzo  y tiempo logran que los escuche...
    -Estimado profesor, en realidad somos nosotros los responsables, sabiendo de las bodas de oro en su profesión, queríamos tener un recuerdo de sus magistrales sesiones y compartirla con otros profesionales, previa autorización suya, pero, bueno... hemos sido descubiertos antes de terminar y por ello este caos. Combinamos acciones con la secretaria y ésta hizo el resto contratando a una actriz profesional. Conociéndolo por su profundo sentido del deber y del humor, queríamos sorprenderlo sin dañarlo….quizás esto se nos ha ido de las manos a juzgar por su expresión…
Todo ocurre de sopetón, el asombradísimo profesor sin perder sus cabales, envía una mirada a todo el grupo, respira hondo...y anuncia...
    -Estimados y queridos alumnos, con ustedes hablaré luego, al igual que con la señorita secretaria... como primera medida me referiré a usted, Ingrid, pero para ello deben aguardar unos segundos, ya vuelvo..- sale de allí, se dirige a su consultorio...a los pocos instantes regresa trayendo una carpeta.
     -Pues bien -dice.-, inclinándose sobre el escritorio de la secretaria, abre la primera hoja de la carpeta, escribe algo...luego se acerca a Ingrid, la mira frente a frente...-Mis sinceras felicitaciones por la representación de su papel, vislumbra, sin lugar a dudas, su capacidad como actriz, es por ello que le obsequio, como recuerdo, su carpeta azul, en la cual agregué una pequeña dedicatoria. Téngame al tanto de su próxima actuación, pues con sumo gusto asistiré a la premie.
Se acerca a la secretaria, le sonríe, le da unas palmaditas en el hombro y agrega...
    -Quédese tranquila continuará en su puesto, se entender que quiso formar parte de este pequeño regalo organizado para agraciarme y no puedo menos que aprobar su tan cordial gentileza.
Sin querer alargar más la inesperada reunión, se pone entre medio de los muchachotes, los abraza y con una mirada de alegría, sólo les dice...-¡Muchas gracias, futuros colegas!

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Autores:
María de los Ángeles Roccato (Argentina)
Beto Brom (Israel)
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*Registrado-Safecreative N°1505023998635
*Música de fondo: Giovanni Marradi/Only you