Por fin llegaron las anheladas vacaciones… ¡tanto
esperarlas! A los niños les encanta la playa. Así que hacia allá van todos
admirando la carretera y los paisajes contrastantes mientras conversan
amenamente y de vez en cuando el padre da un regaño para que no estén tan
inquietos.
Bajando una hondonada apareció el mar con su
amplitud maravillosa, llenando los ojos del color azul diseminado a su antojo.
Estacionaron, descendieron del automóvil y empezaron a buscar una posada.
Encontraron una muy acogedora, sencilla, con amplios corredores y una gran
habitación con dos camas matrimoniales, más que suficiente para la pareja y los
dos infantes.
Llamaba la atención la originalidad en la
decoración, porque todo era de cemento: cama, peinadora, bancos para sentarse,
porta maletero, lavamanos y las cortinas eran country con telas floreadas que
también cubrían el techo terminando en el centro con un colgadero y un lazo… Lo
que más llamaba la atención era que cada dormitorio tenía un nombre de poeta y
el sitio refería en un gran cartel: El Nidal de los Sueños…
Federico y Francy estaban admirados y contentos
igual que América y Pablo, sus padres.
Mientras éstos ordenaban las cosas que trajeron, los niños salieron corriendo a la orilla de la playa. De lejos
se oían sus risas y gritos: mami, mami, ven, ¡mira esto! Y si… estaban
recogiendo aparte de palitos secos, caracoles, unas figuras caprichosas que
eran de piedra negra y por eso: semejaban el hierro forjado. A los insistentes
llamados de Pablo, regresaron cargados de esos objetos, colocando varios en la
mesa central de la sala de estar y otros llevaron a la habitación,
acomodándolos alegremente, dentro de una cestica.
Ya tarde de la noche, conversaban amenamente con
varias familias que estaban hospedadas allí.
De pronto, una joven que se
bamboleaba en una mecedora, pegó un
grito. Todos corrieron hacia ella. Estaba bañada en sangre, cuando la revisaron
bien, vieron que tenía incrustada en el cuello, una de las piedras negras que
habían colocado los niños en la mesa de
ese espacio.
Al llegar la policía y la ambulancia, la dieron
por muerta.
Comenzó a imperar la inquietud, temores y formulación de
incógnitas. ¿Cómo llegó ese objeto al cuello de la joven?, ¿Quién lo lanzó?,
¿Por qué nadie se percató de su
presencia?, se encontraba en el lugar, ¿era uno de los presentes?... A la
angustia, asombro, se anexó el miedo más la incomodidad de los interrogatorios
legales. Casi no durmieron y la conversación no cesaba de girar sobre este
tema.
Al otro día, Federico fue el primero que se
despertó y salió hacia la playa a observar todo, y vio que habían más figuras
de las que había recogido y pensaba en su fantástica imaginación: ¿Será que son
mágicas, asesinas? ¿O como un carro manejado a control remoto?... siguió
caminando y su madre lo vio desde
arriba, le dio voz de alerta para que se quedara quieto y la esperara. Bajó
precipitadamente para alcanzarlo mientras él se encontraba frente a una colosal
piedra que en su centro tenía la apertura de una cueva Su curiosidad fue más grande que su
obediencia y entonces sin dudarlo entró…
América llegó hasta allí corriendo, pero no
encontró la abertura por la cual vio entrar a su hijo…frente a ella estaba
aquella piedra fría, inmóvil, de extraño color negro… sintió que estaba allí
como desafiándola, la desesperación la invadió, la golpeó con sus puños
cerrados, era inútil, era solo una piedra, que pretendía… Corrió hasta la
posada en busca de su marido…
En esos momentos Pablo se acercó al ventanal y
vio que América corría hacia él, gritando y agitando las manos, asustado salió
a su encuentro…
-¿Que
pasó, porque estás tan desesperada?
-Federico desapareció…¡¡¡la piedra se lo tragó!!!
-¿Qué
piedra…de qué hablas? ¿Dónde está Federico?
América, empezó a balbucear unas palabras y cayó
desvanecida en los brazos de su marido.
A todo esto, un grupo de turistas aparecieron
motivados por los gritos, la curiosidad los atrajo, ¿Qué son esos gritos, qué
estaba pasando?...
Apareció el gerente del establecimiento y
acercándose al huésped que estaba sosteniendo a su mujer… trató de ayudarlo
para entrarla dentro de la posada.
Corriendo como una ráfaga Francy llegó hasta
ellos…al ver a su madre sin conocimiento, gritó… ¿También se murió? Ohhhh, papi
no puede ser…se aferró a su madre y rompió en desgarrador llanto.
Pablo trataba de reanimar a su esposa…a los
escasos minutos ella comenzó a despabilarse y logró volver en sí.
-Querido, vamos a la playa, busquemos a Francisquito…ayúdame a
encontrarlo- alcanzó a decir estás palabras, se reincorporó con dificultad,
tomó una mano de su marido y empezó a correr hacia la playa arrastrándolo tras
ella.
La angustia flotaba en el ambiente. Todo se
sentía denso y pesado. Nunca se hubiesen imaginado esta tragedia. Las lágrimas
corrían por las mejillas de los padres y hermanita. Buscaban y buscaban,
llamaban y llamaban y sólo se oía como respuesta los ruidos característicos del
mar. Pasó toda la mañana, parte del mediodía y nada. Desesperados regresaron a
la posada a comer algo pues no habían ni desayunado.
Mientras tanto, Federico asustado se encontraba
en otro mundo dentro de esa piedra. Era algo maravilloso, lleno de gran
colorido y bastantes animales marinos
que después de tantos recovecos, muchos de ellos, formaban dos grandes filas de
derecha a izquierda precediendo un gran trono donde se encontraban una sirena
con su pareja, deduciendo que eran los reyes de ese sitio. La sirena le
preguntó a Federico, con una voz suave y armoniosa:
-¿Por
qué entraste sin permiso a esta cueva?
El super asustado, respondió:
-Lo hice
sin pensarlo, fue algo instintivo.
-Ah
pues... ¿no sabes que la curiosidad mató al gato?
-Bueno,
ese refrán lo dice mi mamá, pero en verdad, no sé qué significa.
-Quiere
decir, que ahora te vas a quedar castigado aquí, hasta las seis de la tarde que
se vuelve abrir esta cueva.
-¡Oh,
Dios!, pero mi madre debe estar muy preocupada, ella venía corriendo a
buscarme.
-¿Tienes hambre?
-Pues
sí, pero yo solo me quiero ir.
Se lo
llevaron a una cocina–comedor gigantesca, con ventanas de vidrio desde donde se
veían las maravillas de las profundidades del mar. Desde fuera un tremendo pulpo
le guiñaba un ojo... y eso le causó risa. Le dieron sardinas asadas con arepas.
Lo atendieron con mucha cordialidad, mientras observaba el orden, disciplina y
bondad de esos animales, así que no podía ser ninguno de ellos el asesino,
porque ya lo hubiesen matado a él.
A todo esto, la gente de la posada, se unió a la
búsqueda de Federico y ¡nada! Así que decidieron hacer guardia frente a la
piedra; los únicos que no se despegaron de ahí, eran los padres y la hermanita.
Los demás subían y bajaban buscando avío para compartir con cafecito caliente.
De pronto, a las seis de la tarde, todos quedaron
boquiabiertos...allí cerca de la piedra mágica reapareció Francisquito, sus
facciones denotaban tranquilidad, una sonrisa cubría sus rostro, al verlos
salió al encuentro de sus seres queridos.
¿Qué te pasó…donde te escondiste?...estamos
preocupados… ¿Estás bien?...
Estas y otras preguntas lograron marear al deseparecido,
quien trataba de relatarles la vivencia que había tenido; fueron acercándose muchos de los turistas,
también el propietario quiso saber más detalles de los ocurrido.
Mientras estaban escuchando asombrados la
increíble anécdota del muchachito, no se percataron de la gran ola que se
estaba formando allí en el mar cercano.
Un ruido ensordecedor proveniente del mar los
interrumpió…todos volvieron sus miradas…una impresionante masa de agua se
levantó frente a ellos…no atinaron a nada, en segundos toda la costa, ellos
incluidos, quedo cubierta por ese tumultoso mar que, en su idioma, respondía.
Todo se perdió en la nada, la naturaleza
desafiante y enojada arremetió sin dejar chance a que Francisco terminara de
contar su vivencia, ni siquiera de saber a ciencia cierta quién mató a la
jovencita de la mecedora...
No en vano aquél lugar se llamaba…”El nidal de
los sueños”
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Autores
TRINA
MERCEDES LEÉ MONTILLA DE HIDALGO- (Q.E.P.D.) (Venezuela)
BETO BROM (ISRAEL)
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*Registrado/Safecreative
N°1711214898411
*Imagen
de la Web c/texto añadido
*Música
de fondo extraída de Youtube
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