Creyó conveniente salir, estaba
agotado, no era el común cansancio, era un peso sobre sus hombros raro,
inaguantable…si, saldría a caminar, quizá el aire de la madrugada lo
tranquilice.
Ya al salir, captó que su decisión
fue la correcta…encaminó sus pasos hacia el parque, allí con seguridad podría
caminar a su libre albedrío…una leve sonrisa creyó sentir en su rostro, que ya
hacía días había perdido el color de vida, más bien aparentaba ser el de un
convaleciente afectado por una enfermedad crónica.
La falta de costumbre empezó a
sentirse en sus músculos fláccidos, carentes de vigor y elasticidad. Se esforzó
y aumentó el ritmo, no se dejaría vencer tan rápido.
Cuando llegó hasta la fuente del
centro, se asombró al encontrar un grupo de personas efectuando movimientos que
en el primer momento le parecieron algo raros. Todos al unísono como
respondiendo a un plan determinado.
Eran gente mayor, un mujer pequeña
estaba frente a ellos, todo su cuerpo pareciera de goma, levantaba y bajaba los
brazos, abría y cerraba las piernas, todos los movimientos a semejanza de un
marioneta humana…y el grupo la imitaba, paso a paso, como autómatas.
Detuvo su marcha, creía estar en un
lugar imaginario…optó por quedarse a un costado y observarlos.
Ella,…la mujer pequeña, le brindó
una sonrisa y una mirada dulce con la cual le invitaba a unirse al grupo…miró a
su derecha, luego a su izquierda, pensando si se dirigía a él con esa
invitación y con una leve sonrisa negó unirse aunque en realidad se sintió tentado
a hacerlo.
Tal vez su cuerpo ya no era
obediente como hace unos años como para seguir los movimientos tan practicados
por los demás.
Muy cerca había un banco, se dirigió
a él, le sacudió las hojas secas que caían de los árboles y se sentó sintiendo alivio
en su interior, le gustó la idea de estar allí, necesitaba esa paz, un momento
de tranquilidad y sosiego lejos de los problemas que dejó en la casa.
El silencio sólo lo rompía el sonido
del agua de la fuente y algún andante rezagado que volvía a su casa.
Seguía observando a aquella joven
que con sus movimientos daba alegría al grupo.
De vez en cuando miraba a lo lejos,
levantaba la mirada hacia el cielo y esas nubes negras que parecían observarlo
a él…ellas le enviaban un mensaje…no conseguía descifrarlo… ¿estaba soñando
despierto?...insólita sensación…su mente recibía impulsos…una ráfaga de colores
a semejanza de un inmenso arcoíris aclaró el cielo, las nubes
desaparecieron…una veloz y blanquecina ráfaga bajó del cielo…aquél banco quedó
solitario, dos hojas desprendidas del árbol que lo cubría, quedaron allí como
muestra de la continuidad…
La luz del día terminó su función,
se encendieron las farolas del parque, la luna apareció allí arriba,
custodiando…una noche más dijo presente.
Unos suaves golpecitos en la puerta
de la casa de German, entorpecieron el silencio…la voz de su amigo Darío…
-Heee, muchachón, despierta, te estamos esperando…ya es tarde…
- ¿Esperando para qué?- Preguntó
German.
Sus ojos crecieron, su mente aún no
despertaba del sueño, intentaba volver a la realidad, sus movimientos eran
lentos, más de lo normal…
Por lo general era muy despistado,
pensó Darío, pero olvidarse de la reunión de hoy no era propio de él…preocupado
insistió en el llamado…
-¡Hey!.....German, ¿estás bien?
Germán respondió con un gran suspiro
y tomó una bocanada de aire….
-¡Si, estoy bien!
Se acercó a la ventana y dirigió su
mirada hacia el parque, recordaba haber estado allí pero no recordaba cómo
llegó a casa…. El cielo tan azul y el olor a eucalipto despertaban en él
sensaciones muy extrañas, recordaba la sonrisa de aquella muchacha, su rostro,
su mirada dulce…… sacudió su cabeza y se dirigió al lavabo….el agua fría y las
prisas de Darío le hacían volver a la realidad…
-¡Ya!...estoy listo, vamos, no hagamos esperar a los demás…
Antes de cerrar la puerta miró hacia
tras, su cama, aún con dudas se preguntaba… ¿Fue un sueño?
El día empezó y continuó en forma
normal, la reunión fue todo un éxito, los compañeros de la empresa y en
especial Darío, lo felicitaron por el logro concretado, pues su disertación
sobre el proyecto fue lo que determinó la tan anhelada resolución de la
Dirección que daba de esta manera, la iniciación de las obras.
Fueron todos a festejar, y recién
cerca de medianoche, volvió a su casa. Y allí lo esperaba una insólita
sorpresa.
Al abrir la puerta escuchó unos
pasos que venían de la cocina… ¿Tacones?
El aroma a café y galletas recién
horneadas hacen que se dibuje una sonrisa en la cara de Germán…¡¡Catalina!!
-Hola Germán… ¿enterramos el hacha de guerra?...- En voz baja y con
pasos muy despacio se acercó a él…
Germán la miraba con sorpresa y
felicidad…esa carita de porcelana fina imposible de olvidar lo dejaba sin
palabras.
-¡¡¡Qué bien huele!!! …- Exclamó Germán mientras se acercaba a Catalina
y dándole un fuerte abrazo le susurró al oído…
-Te he echado mucho de menos…
Ella lo apretó contra su pecho y le
respondió….
-Yo también a ti.
Como siempre, los reencuentros son
emocionantes, y más cuando el amor está de por medio.
Germán sonrió, y sin darse cuenta
enfocó su mirada a la ventana desde la cual se observaba el parque…creyó
vislumbrar un figura pequeña que lo saludaba…
-No, no puede ser…
-¿De qué hablas, amor mío, qué es lo que no puede ser?
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Autores
MaríaLoli Suárez (Islas
Canarias/España)
Beto Brom (Israel)
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*Imagen de la Web c/texto anexado
@DERECHO DE AUTOR/REGISTRADO
Qué bonito!!!
ResponderEliminarHa sido un honor unir mis letras con las suyas Beto. Me divertí y aprendí.. Mil gracias querido amigo
Te dejo un enorme abrazo
Me encanto. Genial!!!
ResponderEliminarEs difícil discernir entre realidad y fantasía. Tierno relato en conjunto. Cariños a ambos.
ResponderEliminarAquello debe haber sido un sueño, mi estimado amigo Beto....a veces los sueños son muy reales, incluso al despertar nos dejan esa sensación. Me encantó ver que nuestra amiga Maria Loli te haya acompañado en esta ocasión. Les salió muy bien este relato. Amigo, quiero aprovechar esta ocasión para invitarte a mi blog "Joyas de mi alma", tengo un poema breve estrenándolo. Un abrazo a ambos.
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